Centro Asociado al Instituto Internacional de Teología a Distancia de Madrid IITD

sábado, 11 de marzo de 2017

Cuaresma: ayuno, oración y caridad = ESCUCHA

Una forma de practicar las tres cosas que el Señor nos pide en la Cuaresma es escuchar al que lo necesita. Esto nos dice el Papa Francisco, que escuchemos como el Señor nos escucha cuando oramos. Y es que al escuchar al otro con sincero interés practicamos: 1. el ayuno a través del silencio porque la verdadera escucha parte del silencio, 2. la caridad porque le dedicamos nuestro tiempo y afecto para oir sus problemas, quejas, angustias, brindándole toda nuestra atención, y 3. oración porque al final de cualquier conversación con alguien que está atribulado, debemos terminar en oración, oración de petición y agradecimiento al Padre, siempre hay algo que agradecer.



Publicado primero por: (ZENIT - Ciudad del Vaticano, 11 Mar. 2017) https://es.zenit.org/

"A través del diálogo y la escucha podemos contribuir a la construcción de un mundo mejor, haciéndolo un lugar de acogida y de respeto, evitando así las divisiones y los conflictos". Lo indicó el Papa Francisco este sábado por la mañana en el Vaticano, en la audiencia concedida a los integrantes del "Teléfono Amico" (Teléfono Amigo), el servicio de una asociación de voluntarios que cumple 50 años de actividad.

"Escuchan a quienes se encuentran en una situación de soledad, angustia, tristeza, rabia y malestar ... y a quienes sientan la necesidad de compartir estas emociones con una voz amiga". El Papa considera su servicio importante especialmente en el actual contexto social donde existe "aislamiento y falta de diálogo" típico de las grandes ciudades, con "indiferencia difusa, comunicación cada vez más virtual y menos personal, carencia de valores sólidos sobre los cuales fundar la existencia, cultura del tener y del parecer".

Además, indicó el Papa, "el diálogo es expresión de caridad y a través del mismo podemos aprender a no ver al otro como una amenaza, sino como un don de Dios. Escuchar al otro requiere paciencia y atención. Y solamente quien sabe callar sabe escuchar: escuchar a Dios, al hermano y a la hermana que necesitan ayuda, a un amigo o a un familiar. Además Dios es el ejemplo más excelente de la escucha: cada vez que le rezamos. La actitud de escucha, de la cual Dios es modelo, nos impulsa a derribar los muros de las incomprensiones, a crear puentes de comunicación, superando el aislamiento y el encerrarse en el propio pequeño mundo":