Papa Francisco realizó este lunes 22 diciembre un encuentro con los trabajadores del Vaticano y les pidió hacer 10 cosas. La lista se parece mucho a propósitos para este año 2015 y por eso se los compartimos este 1er. día del año.
Cuidar su vida espiritual, la relación con Dios. “Un cristiano que no se alimenta de la oración, los sacramentos y la Palabra de Dios, se desvanece y se marchita inevitablemente”.
Cuidar la vida familiar. Dar a “los hijos y seres queridos no sólo dinero, sino sobre todo el tiempo, la atención y el amor”.
Cuidar las relaciones personales con los demás, la transformación de la fe en la vida y las palabras, las buenas obras, especialmente hacia los más necesitados;
Cuidar el modo como se habla, purificando el lenguaje de las palabras ofensivas, la vulgaridad y la fraseología de la decadencia mundana;
Sanar las heridas del corazón con el aceite del perdón, perdonar a las personas que nos han herido y medicar heridas que hemos causados a otras personas;
Curar el trabajo haciéndolo con entusiasmo, con humildad, con habilidad, con pasión, con el alma que sabe cómo agradecer al Señor;
Cuidarse de envidias, concupiscencia, odio y sentimientos negativos que devoran la paz interior y transforman personas en destruidas y destructivas;
Curar el rencor que nos lleva a la venganza, y la pereza que nos conduce a la eutanasia existencial, indicar con el dedo que nos lleva a la soberbia, del lamentarse continuamente que nos lleva a la desesperación. Sé que a veces, para mantener el trabajo, se habla de alguien para defenderse. Entiendo estas situaciones, pero el camino no termina bien. Al final todos seremos destruidos entre nosotros, y no, no sirve. Más bien, pedir al Señor la sabiduría para morderse la lengua a tiempo, para no decir palabras insultantes, que después dejan la boca amarga;
Cuidar a los hermanos más débiles: Vi tantos ejemplos hermosos entre vosotros ¡enhorabuena! Es decir, tratar a los ancianos, los enfermos, los hambrientos, los sin techo y los extranjeros debido a esto seremos juzgados;
Curar que la navidad no sea una fiesta del consumismo comercial, del apego a regalos inútiles, sino que sea una fiesta de la alegría de acoger el Señor en el pesebre y en el corazón.
Publicado originalmente por: http://www.aleteia.org/
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