*** “El Papa quiere a Venezuela y a su pueblo, yo quiero comunicarle al Papa
Francisco su aplauso y su afecto, estoy seguro que la sonrisa de San Juan Pablo
II está entre nosotros aquí” ***
Publicado primero por: Yenifer Espinoza Prensa Arquidiócesis de Mérida arquidiocesisdemerida.org.ve/
28-01-2015.- Con Cánticos, oraciones, alabanzas y fe, comenzó la celebración del
trigésimo aniversario de la visita de San Juan Pablo II a Mérida; desde las 2 de la
tarde los feligreses, religiosas, y grupos de apostolados, recibieron oraciones de
sanación a través de las palabras del padre Carlos Zambrano, párroco del
Santuario San Buenaventura de Ejido.
Santa eucaristía
A las cuatro de la tarde, el Nuncio Apostólico de su Santidad el Papa Francisco,
Monseñor Aldo Giordano, y su secretario Monseñor Roberto Campesi, fueron
recibidos por el Arzobispo Metropolitano de Mérida, Monseñor Baltazar Porras
Cardozo, su Obispo Auxiliar Monseñor Alfredo Torres, el párroco de la Parroquia
Universitaria Jesús Maestro Reinaldo Muñoz, y todos los integrantes del Clero
merideño, así como los padres de la Diócesis de El Vigía-San Carlos del Zulia,
quienes entraron en una hermosa procesión hasta el altar mayor donde se llevó a
cabo la celebración.
Monseñor Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela, comenzó la
celebración haciendo referencia a la muestra de cariño del Santo Papa Francisco
hacia Venezuela, asegurando que Su Santidad siempre tiene presente a los
venezolanos en sus oraciones.
“El Papa quiere a Venezuela y a su pueblo, yo quiero comunicarle al Papa
Francisco su aplauso y su afecto, estoy seguro que la sonrisa de San Juan Pablo
II está entre nosotros aquí”, expresó con gran emoción Monseñor Giordano.
Indicó también, la importancia de estar en el mismo lugar donde San Juan Pablo II
ofreció aquella Eucaristía histórica, además hizo énfasis a la frase que dijo el
Santo en aquella época, “Mérida es la Reserva Espiritual de la Nación”. Dicha
homilía sostuvo las mismas lecturas de aquel 28 de enero 1985, haciendo énfasis
en la oración, la justicia y la paz entre las naciones.
Por su parte, el Arzobispo Metropolitano de Mérida, expresó la emoción de
rememorar la Visita del Peregrino de Dios, San Juan Pablo II, a quien le
maravillaban las hermosas montañas de Mérida.
Ofrendas
Las ofrendas de la celebración, representaron las costumbres y traiciones de
Mérida, pues el Nuncio Apostólico recibió diversos presentes tales como; piezas
artesanales, imágenes de la Virgen de Santa Bárbara, virgen de Coromoto con
agua bendita y una placa con la reliquia de la Virgen del Rocío; además de las muestra de fe con los danzantes de la cofradía de San Benito de Palermo, San
Jerónimo de Santo Domingo y otros bellos presentes de las pastorales y grupos
de Apostolado de la Arquidiócesis de Mérida.
La Celebración finalizó con las palabras del presbítero Reinaldo Muñoz, “Nosotros
tenemos el gran compromiso de segur los pasos de nuestro San Juan Pablo II,
predicando la palaba de Dios todo poderoso”.
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